Últimamente he tenido muy presente el tema de viajar. Siento que es algo que está más y más de moda y a muchas personas les interesa hacerlo. Gente que lee mi blog igual que personas de mi entorno personal nos preguntan a mi esposo y a mí como hacemos para viajar tanto?
Siento que hay muchas barreras que uno se puede poner cuando se trata de viajar: mis abuelos por ejemplo no entienden que tan fácil es viajar de un lugar a otro hoy en día ya que hay más y más vuelos cada año y no conocen plataformas y comunidades como couchsurfing, airbnb o wwoof en internet. Hay gente que se pone barreras en decir “no puedo”: “Viajar es algo para ricos.”, “No puedo porqué no sé inglés.”, “No tengo tiempo.” etc. etc.
Para mí, lo más importante de viajar es realmente querer hacerlo. Si de verdad quieres viajar a un lugar, vas a encontrar la forma de hacerlo. Tal vez no sea de hoy a mañana, pero existe la forma de realizar esa idea. Viajes pueden ser de muchas formas así que siempre se pueden ajustar a tu situación y a tus necesidades y posibilidades. Puedes hacer viajes pequeños en fines de semana a lugares cercanos de donde vives. Así fui conociendo muchos lados alrededor de Querétaro, por ejemplo: la CDMX, Guanajuato, la Sierra Gorda, la Huasteca Potosína, varios lados en Michoacán, destinos en el Estado de México y en Hidalgo. Con una semana de vacaciones ya puedes visitar destinos nacionales e internacionales! Sólo hay que aprovechar un poco los días, es decir por ejemplo irse de un sábado en la mañana al próximo domingo en la tarde y ya 😉 Desde viajes así hasta un viaje de varios meses todo es posible si realmente lo quieres hacer!!
En mi caso es así que siempre quiero viajar. Desde que tuve dieciseis años me picó el gusano de viajar. La verdad es que las cosas se fueron formando hacía ese camino desde antes porque desde los diez años fui a viajar solita en tren para ir a visitar a mi papá que vivía a unas tres horas de mi casa. Desde ahí aprendí de cuidarme y de moverme solita dentro de Alemania. Cuando tuve dieciseis años, salí por primera vez de mi casa para irme varios meses a otro país: estudié un semestre de la preparatoria en Inglaterra. A partir de ese momento fui un caso perdido a los viajes porque me encantó mi experiencia en el norte de Inglaterra – descubrir nuevos lugares, aprender un idioma nuevo, conocer gente con otras ideas y también conocerme mucho mejor a mi misma.
Hay un dicho alemán que puedo traducir como “Viajar educa”. Y eso es muy cierto! Viajando vas a aprender cosas que no aprenderás de ninguna otra forma – gente que piensa diferente, costumbres distintos y quizá hasta un nuevo idioma. Si no hablas inglés, no pasa absolutamente nada – empieza viajando por Latinoamérica! En casi todos lados se habla español, pero para muchos países el idioma es lo único que tienen en común: México no tiene nada que ver con Argentina o con Cuba por ejemplo. Claro, si te atreves a viajar a un país con otro lenguaje, están abiertas más puertas y creeme que vale la pena! No tienes que hablar una lengua perfectamente bien antes de irte al país donde se habla y en muchos lados basta que te puedes comunicar en inglés. También el español puede ayudar en muchos casos, por ejemplo para comunicarte con un italiano o un portugués.
Así que ya no hay excusas! Mejor no te arrepientas en algunos años cuando quizás ya se fue la oportunidad: hubiera viajado, hubiera hecho x, hubiera…
Si quieres hacerlo, te pones a organizarlo, es decir que el viaje toma más forma. Ahí ya hay dos factores importantes: tiempo y dinero. Casi todos los viajes y todos los destinos se pueden ajustar a diferentes presupuestos. Claro, a lo mejor hay que tomar un vuelo nacional o internacional y con eso ya se define cierta cantidad de dinero que si es necesaria, pero apesar de eso puedes ajustar muchos gastos a tu bolsillo. En un viaje tienes tres gastos principales: hospedaje, transporte y comida. Lo que pagas por souvenirs o entradas a sitios etc. es muy poco en comparación con los otros tres gastos.
Para ahorrar en hospedaje:
Para buscar hoteles hay varias páginas en Internet, por ejemplo http://www.booking.com. Aquí puedes comparar muchísimos hoteles y hostales en todo el mundo y a veces agarrar buenos descuentos. Una alternativa es quedarse en un airbnb https://www.airbnb.mx/. Yo prefiero esa forma muchas veces porque cuando viajas con varias personas generalmente sale más barato que quedarse en un hotel. Y el plus es que es una casa normal con personas del lugar viviendo ahí, no es un hotel. Si tienes poco dinero buscas la forma de quedarte con amigos o el amigo de un amigo, puedes acampar o checar comunidades en internet como couchsurfing (una comunidad en internet para quedarse gratis en la casa de alguien https://www.couchsurfing.com/). También puedes intercambiar tu mano de obra por hospedaje y comidas, por ejemplo con wwoof http://wwoof.net/.
Para ahorrar en transporte te conviene lo siguiente:
– Para llegar a tu destino: si necesitas tomar en vuelo te recomiendo la página Skyscanner (https://www.espanol.skyscanner.com/), donde se comparan muchas otras páginas. Hay mucha diferencia entre temporada alta y baja y entre algunos días a veces. Cuando fuimos a Cuba desde la CDMX, encontramos un vuelo muy barato y de hecho fue la razón por la cual nos fuimos porque no teniamos planeado ese viaje. Encontré vuelos para 3000 pesos ida y vuelta cuando unos días antes por ejemplo (días que cayeron dentro de vacaciones escolares) el vuelo estaba en 8000 ida y vuelta… Entonces vale mucho la pena ser flexible al momento de buscar vuelos y buscar por mes, por ejemplo, eso es uno de los tools que me gustan mucho de skyscanner.
– Para moverte en tu destino: usar el transporte público ayuda muchísimo. No importa si es bus, tren, metro – casi siempre es la opción más económica.
Por último las comidas:
La verdad es que comer en restaurantes todos los días es muy caro así que no es nada recomendable para tu bolsillo. Lo que hacemos mi esposo y yo es primeramente siempre ir al supermercado local para comprar todo para un desayuno en casa (casi siempre nos quedamos en hoteles sencillos o airbnbs que pocas veces tienen el desayuno incluido). También compramos snacks o los preparamos para cuando nos de hambre durante el día, por ejemplo unas galletas, algo de fruta o un sandwich. Así nos vamos bien preparados con algo de comer en nuestra mochila para el día porque si tienes hambre estás dispuesto a pagar mucho dinero por algo que normalmente no comprarías. Pero – por lo menos a nosotros – nos gana el hambre. Luego compramos muchas veces algo de comer pero que no sea en un restaurante, es decir comida en la calle como Pizza (en Italia) o tacos, gorditas, elotes etc. Claro que también siempre vamos a un restaurante por lo menos una vez estando en un nuevo lugar, porque hay mucho por descubrir, pero la verdad es que generalmente es muy caro y preferimos prepararnos algo (aunque sea una pasta) en casa o comer en la calle.
En destinos muy caros (como algunas ciudades europeas) también es recomendado buscar en internet opciones para comer más economicos para ver las opciones que hay porque a veces no encuentras algo en la calle, te frustras y te gana el hambre. Entonces tienes que pagarlo al costo.
El otro gran factor para viajar es el tiempo. Les soy bien sincera, en los últimos años mi esposo y yo hemos tenido mucha suerte con eso porqué yo siempre pude aprovechar de vacaciones largas de la Universidad y mi esposo tenía su propio negocio y era algo flexible. Pero también con menos tiempo se puede hacer mucho! La verdad es que el secreto está en organizar bien. Si vas por ejemplo en Semana Santa a Cancún, no solo el vuelo, pero también el hospedaje y todo lo demás van a estar más caros que si vas en febrero por ejemplo.
También hay gente que viaja a un grado más extremo – renuncian sus trabajos, venden sus cosas y se compran un buen equipo de acampar y una mochila para viajar por el mundo sin prisa, con casi nada de dinero. Claro – en muchos lados intercambian su mano de obra por hospedaje y comida etc. y seguramente no siempre es cómodo, pero es posible.
Así que: a viajar!!! Porque “El mundo es un libro y aquellos que no viajan solo leen una página”. (San Agustín)
